jueves, 3 de octubre de 2013

Tomar Frutos Secos A Diario No Engorda y es Bueno para el Corazón

El científico Joan Sabaté, pionero en las investigaciones que relacionaron los frutos secos con la disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular, ha asegurado que un consumo moderado de estos alimentos no conlleva un aumento de peso y recomienda su consumo diario.
Sabaté ha explicado a aquellas personas que todavía tienen reticencias a comer frutos secos por miedo a ganar kilos, que una de las razones por las que no engordan, si se comen de forma moderada, es por el poder saciante al ser ricos en grasa y proteína. “Al comerlos dejamos de comer otras cosas”.
Además, mientras que la energía de un aceite líquido se asimila en su totalidad, el que aporta un fruto seco masticable y con fibra hace que entre el 10 y 20% de grasa nunca llegue a nuestra sangre, igual que entra, sale.
Por lo tanto, entre los porcentajes que se muestran en la tabla de composición de los alimentos y lo que de ello se asimila hay una diferencia negativa. Aunque todavía no está probado científicamente, Sabaté también mencionó que es posible que la composición de los frutos secos aumente el metabolismo basal.
Si una persona come habitualmente frutos secos le puede cambiar el metabolismo y consumir más calorías sin hacer nada, al contrario del que no come nueces. Las nueces, el mejor fruto seco para la dieta mediterránea
Este profesor ha señalado que las nueces son el fruto seco que mejor se complementa con la dieta mediterránea al ser rico en ácidos poliinsaturados u omega 3, mientras que en una dieta anglosajona, que utiliza el aceite de maíz, es más recomendable los pistachos, almendras y avellanas, con ácidos moninsaturados, una grasa similar a la del aceite de oliva. También se ha demostrado que baja el colesterol.
Hay que comer todo tipo de frutos secos, pero si estás en un país mediterráneo, no te olvides de las nueces, y en un país anglosajón no olvidar las almendras, pistachos y avellanas. La percepción de que los frutos secos son sanos es un hecho, su ingesta puede disminuir un 50% la posibilidad de infarto.
En los últimos veinte años, tras diferentes estudios, como los precursores de la Universidad de Loma Linda, se ha ratificado que comer regularmente frutos secos (30 gramos diarios es la cantidad recomendada) disminuye en un 50 por ciento el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o de morir de una cardiopatía isquémica.
La abrumadora mayoría de las investigaciones (el más reciente es el estudio Predimed) apuntan a que comer un puñado al día disminuye un 10 por ciento del colesterol malo y no varía el bueno, mientras que los triglicéridos también bajan, reduciendo así el riesgo cardiovascular.
Fuente
Agroinformación.com
Septiembre 22, 2013

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