viernes, 19 de abril de 2013

Reutilización de las Botellas PET

Elaboración de bolsas herméticas caseras. 

Aprender a hacer bolsas herméticas caseras para conservar alimentos es tan fácil como echar un ojo a la imagen siguiente. Las botellas PET son un elemento súper reutilizable.




Manera muy sencilla de reciclar plástico y funcional para un uso práctico. Para realizar bolsas herméticas y guardar todo tipo de alimentos o elementos.
Comienza a guardar las tapitas y reutilizar bolsas ahora!

Fuente: 






jueves, 18 de abril de 2013

Los Beneficios de los Lactobacilos Probióticos en la Salud Digestiva


Qué tanto sabemos sobre las bacterias que habitan nuestro cuerpo?: El cuerpo humano alberga miles de millones de bacterias, de hecho, hay más bacterias que células en nuestro organismo. Comúnmente se cree que las bacterias son seres microscópicos que causan daño y enfermedades; sin embargo, algunos de ellos tienen efectos benéficos.
Las bacterias, en la historia de la humanidad, han ayudado en distintos aspectos, desde la producción y conservación de alimentos para la producción de yoghurt y otros productos fermentados, hasta en el campo de la medicina, ya que son utilizados para producir insulina de manera rápida.
En la actualidad algunas investigaciones sugieren que el consumo de alimentos o suplementos de probióticos puede ayudar en el tratamiento e incluso en la prevención de ciertas enfermedades.
En los últimos años se ha estudiado la flora presente en el sistema digestivo y se han observado diferencias entre la composición bacteriana de personas con obesidad y con peso saludable, suponiendo una posible relación.
Las bacterias que son añadidas o utilizadas en los alimentos que tienen un efecto benéfico para la salud son denominadas probióticos. Las bacterias que viven en nuestro intestino ayudan a la absorción de algunos nutrimentos, a la producción de vitaminas así como a combatir otras bacterias o microorganismos que pueden llegar a causar enfermedad.
Unos de los probióticos más comunes son los lactobacilos, que son microorganismos que ejercen un efecto benéfico cuando se encuentran en el intestino. El consumo de alimentos con lactobacilos probióticos, como yoghurts, alimentos fermentados o cereales adicionados, puede tener un efecto muy positivo para la salud, promoviendo el equilibrio de la flora normal del intestino.
La flora normal contribuye, junto con el sistema inmunológico, a proteger al organismo de gérmenes que pueden causar alguna enfermedad gastrointestinal. Los lactobacilos probióticos también ayudan a disminuir la inflamación, dolor y estreñimiento.
Algunos de los microorganismos presentes en el intestino se alimentan de fibra, ya que el organismo humano es incapaz de digerirla, la microflora la fermenta y se alimenta de ella. Los productos de la fermentación bacteriana de la fibra en el colon han mostrado tener también efectos protectores contra algunos tipos de cáncer.
Por todos estos beneficios antes descritos, se recomiendan mezclar el consumo de 30 gramos de fibra al día y alimentos que contengan probióticos, con lo cual podemos obtener una gran combinación que ayudará aún más a mejorar la digestión.
Fuente:
Gabriela Gaona, Nutrióloga All-Bran®/www.allbran.com.mx
Abril 9, 2013

martes, 16 de abril de 2013

Cómo hacer pan casero


Aunque el pan es un alimento asequible, este es un buen momento para rescatar recetas de antaño y preparar en casa distintos panes, con formas y sabores variados


El pan es un alimento básico. Prepararlo es tan sencillo como mezclar harina, levadura, agua y sal (en sucorrecta proporción) y contar con un ingrediente secreto: la paciencia. Para hacerlo en casa, tenemos que tener tiempo, ganas y gusto por la cocina, pues elpan requiere un tiempo para amasar, otro para reposar, otro para el horneado y la voluntad de experimentar con variantes hasta encontrar el punto justo. De este modo, los primeros panes que hagamos nos servirán para alimentar la experiencia panadera y, desde luego, mejorar la elaboración de los posteriores. En este artículo se explica el procedimiento básico, paso a paso, y se ofrecen algunos trucos para conseguir hogazas ricas y esponjosas.

Pan casero, paso a paso

Pan rústico, de Viena, hogaza, panecillos... Aunque existen muchos tipos de panes, los ingredientes que se necesitan son los mismos. La diferencia está en la proporción, el estilo de amasado, y en el tiempo de reposo y de horneado que les demos. Así, como receta genérica, para hacer pan casero se necesitan:350 g de harina de fuerza, 15 g de levadura prensada, 200 ml de agua templada y una pizca de sal.
·         El primer paso es preparar la masa madre. Para ello, se diluye la levadura en un poco de agua templada y se mezcla con otro poco de harina (más o menos, el 10% del total). Es decir, si vamos a usar 350 g de harina para nuestra receta, con 35 g es suficiente. Lo fundamental es que sea harina de fuerza, que tiene un alto contenido en gluten. Esto hará que la masa suba más y quede tierna. La masa madre se deja reposar en un sitio tibio hasta que se forme una bola esponjosa.
·         En un barreño o bol amplio, se coloca el resto de la harina, una pizca de sal, y se le agrega poco a poco el agua. Mezclamos los ingredientes a mano hasta que la masa sea homogénea y se empiece a despegar de las paredes del recipiente.
·         Colocamos esta masa sobre una superficie lisa (la mejor opción es una encimera de granito o de acero inoxidable), la juntamos con la bola de levadura fermentada y golpeamos, volteamos y amasamos el conjunto para que entre aire y se convierta en una masa fina y elástica. En este paso, es importante espolvorear un poco de harina por encima para evitar que la masa se pegue y lograr que la manipulación sea más sencilla.
·         Sabremos que estamos ante la consistencia ideal cuando consigamos una bola elástica y fina, capaz de recuperar su forma cuando la presionamos con el dedo. En este punto, colocamos la masa en un recipiente amplio (hay que tener en cuenta que, al fermentar, crecerá), hacemos un corte en forma de cruz sobre la superficie de la masa y la tapamos con un trapo un poco humedecido.
·         La temperatura ideal de fermentación es de unos 22ºC, y el tiempo aproximado de este proceso puede rondar una hora, pues es necesario esperar hasta que la masa duplique su tamaño y la cruz de la superficie haya desaparecido. Cuando esto suceda, hay que repetir el proceso: romper la masa, amasar otra vez para que pierda esponjosidad (y volumen) y dejar reposar durante otra hora más.
·         Cuando la masa haya fermentado por segunda vez, ya podremos preparar nuestros panecillos, dándoles la forma deseada -como bollitos o barras- para hornearlos después. Con su forma definitiva, los colocamos sobre la bandeja de horno, tapamos con un paño húmedo y dejamos que vuelvan a fermentar a 22ºC hasta triplicar su volumen (por ello es importante colocarlos separados entre sí).
·         Calentamos el horno a 220ºC, tanto el suelo como el techo. Cuando alcance la temperatura indicada, mojamos un poco la parte inferior del horno para producir vapor en el interior. En cuanto se produzca, bajamos la temperatura a 200ºC e introducimos la bandeja con el pan. Es muy importanteno abrir la puerta durante el proceso de cocción, sobre todo en los primeros 20 minutos, para que el pan quede esponjoso.
·         En función del tamaño de nuestros panes, el tiempo de horneado puede durar entre 45 minutos (para los pequeños y medianos) y 90 minutos, cuando se trate de hogazas y panes más grandes. Una vez que esté listo, lo sacamos del horno y dejamos enfriar antes de trocear.

Pan casero: en la variedad está el gusto


Cuando dominemos la técnica básica, si queremos darle un toque diferente a nuestro pan podemos explorar otras variantes:
·         Sustituir el agua por leche y hacer panecillo de leche.
·         Quitar parte de harina de trigo blanca de fuerza y agregar el resto de peso de harina integral, de otros cereales, como el centeno o la cebada.
·         Agregar trocitos de cebolla cocinada y escurrida o liofilizada, o de ajo rayado (en poca cantidad para que tenga un ligero toque pero no se haga luego pesado de comer)
·         Añadir a la masa, tras la última fermentación, pequeñas semillas (como pipas o sésamo), trocitos de pasas...
·         Sustituir la levadura prensada por cerveza en el momento de elaborar la masa madre. Esto se hace mezclando poco a poco la harina con la cerveza hasta conseguir una bola esponjosa.
De la última masa (justo antes de elaborar los panecillos) podemos guardar una porción y dejarla en un bote cerrado para que fermente. De esta manera, ya tendremos masa madre para la siguiente vez que elaboremos pan.


Fuente:
EROSKI CONSUMER, El diario del Consumidor
Por PEIO GARTZIA
8 de abril de 2013

jueves, 4 de abril de 2013

Cómo conservar la carne en casa




Una adecuada gestión de la temperatura y el tiempo son claves para una correcta conservación de la carne en casa



-Saber cómo se deben realizar los distintos procesos (compra, higiene, manipulación, conservación) es clave para conseguir alimentos seguros. El consumidor debe saber que no todos los alimentos son iguales y, por tanto, no todos tienen las mismas necesidades. Uno de los aspectos fundamentales es el de la conservación, que varía en función del tipo de alimento. Para la carne, una adecuada gestión de la temperatura y el tiempo son claves para evitar toxiinfecciones alimentarias, así como tener en cuenta las distintas formas en las que se comercializa (piezas enteras, en bandejas o picada). 

En el artículo se detallan los principios básicos de la conservación de carne en casa y las necesidades específicas para algunas de las formas de envasado.

La conservación de la carne en casa, del tipo que sea, requiere temperaturas de refrigeración. La carne es un alimento rico en proteínas y con un contenido en agua importante, lo que la hace susceptible a la contaminación bacteriana (Salmonella, Listeria y E. coli). La temperatura a la que debería mantenerse la nevera sería de unos 4ºC. En alimentos frescos como la carne es importante mantener estas condiciones hasta el momento de su consumo. La carne fresca tiene una vida corta y, aunque se mantenga en la nevera, debería cocinarse antes de las 72 horas tras la compra. Es importante proteger la carne del contacto con el aire para evitar contaminaciones.

Principios básicos de la conservación de carne en casa

En ocasiones, la carne sufre cambios de colores que son normales y no afectarían a su inocuidad. De rojo brillante a un color oscuro, la carne puede pasar por distintas tonalidades en función de las condiciones externas a las que se someta, sobre todo si entra en contacto con el aire y la luz. En estos casos, se produce un cambio en el principal pigmento de la carne, la mioglobina, y se oscurece. Esto no indica que esté deteriorada, sino que se ha producido una oxidación. Una correcta conservación de la carne pasa por:

·        Almacenarla en la parte inferior de la nevera para evitar que gotee a otros alimentos.
·        Debe introducirse en recipientes limpios y cerrados de forma hermética.
·        La carne cruda en trozos o filetes se mantiene entre tres y cinco días; la carne picada, entre uno y dos días.
·        La carne cocida se mantiene en la nevera de dos a tres días.

Conservar la carne que viene en bandejas

Carnes, derivados cárnicos y otros productos, además de comercializarse a granel, se venden envasados en bandeja, una forma que no utiliza ningún tratamiento adicional para su conservación. Es una manera de adquirir productos frescos en óptimas condiciones de higiene durante más tiempo. La manera en la que se conservan requiere bajas temperaturas ya que se introduce en una atmósfera protectora. Esto quiere decir que el "aire" que está en contacto con el alimento está controlado. Debe tenerse en cuenta que el aire oxida los alimentos y los estropea. En el caso de la carne en bandeja, se puede mantener en buenas condiciones hasta cuatro días más de lo habitual.
La conservación en bandeja impide que los alimentos absorban o desprendan olores en la nevera y evita tener que manipularlos antes de cocinar, lo que minimiza el riesgo de contaminaciones previas. Este tipo de alimentos también se pueden congelar en el mismo recipiente en el que vienen, y es aconsejable para congelarlos no esperar hasta el último momento de la fecha de caducidad.

Conservar carne picada

La carne picada podría considerarse de alto riesgo sanitario por su mayor superficie de contacto con el aire y el elevado grado de manipulación. Para evitar la aparición de patógenos como E. coli, la temperatura de refrigeración en el centro de la pieza (una hamburguesa, por ejemplo), debe llegar a 4ºC, ya que así mantiene un buen estado durante unos tres días.

CONGELACIÓN Y DESCONGELACIÓN DE LA CARNE


El proceso de congelación de la carne cruda debe hacerse lo más rápido posible para evitar la formación de cristales de hielo. Lo más recomendable es cortar la carne en trozos no muy grandes, envolverlos en film transparente, separando las porciones o raciones. La carne cocinada se puede congelar una vez está fría y en envases que cierren de forma hermética.

La descongelación de la carne debe realizar de manera lenta para que esta sea uniforme, tanto si son crudas como cocinadas. Después de sacar del congelador, debe introducirse en la nevera; de esta manera, se evita la exudación que se llevaría parte del sabor y los nutrientes de la carne. La carne que ya se haya descongelado debe cocinarse inmediatamente para evitar que se empiece a deteriorar.

Fuente:
EROSKI CONSUMER, El diario del Consumidor
 Por MARTA CHAVARRÍAS
3 de abril de 2013