sábado, 13 de julio de 2013

La Temperatura de los Vinos

Aunque parezca un elemento secundario aquí en esta bella Ciudad Juárez, la temperatura ideal de los vinos a la hora de servirlos es algo totalmente fundamental y pasa a un aspecto totalmente primordial, cuando nos disponemos a catarlos o degustarlos la temperatura del vino incide en su aroma, su sabor y su tacto. Según el tipo de vino hemos de cuidar su temperatura de servicio, ya que su correcta aplicación desarrollará mejor los potenciales aromáticos, gustativos y táctiles de los mismos. En términos generales podemos decir que la temperatura de cata de los vinos viene condicionada por dos límites :
1.- El superior: marcado por la presión olfativa y el sabor ácido. A mayor temperatura los aromas se evaporan con mayor rapidez, tanto los recogidos por vía directa (nasales) como los absorbidos por vía indirecta (retronasales), ya que la temperatura del vino en el interior de la boca aumenta de 2 a 5º C en cinco segundos. También a mayor temperatura aumentan los sabores ácidos.
2.- El inferior: marcado por el gusto áspero de la materia polifenólica a baja temperatura. La cantidad de materia polifenólica del vino tiene influencia en el gusto, además de tenerla sobre el color y el aroma. Los polifenoles comunican ante todo astringencia y podemos decir que cuantos más polifenoles tenga un vino, más áspero será, aunque también depende del grado de polimerización, pues la mayor responsabilidad recae en los flavones (taninos y catiquinas), que en monómeros son suaves, pero que al subir el peso molecular se vuelven ásperos y al subir más, en el envejecimiento del vino, vuelven a ser más suaves.
Por todo ello un vino servido a su temperatura adecuada, nos permitirá apreciar mejor sus cualidades y al mismo tiempo, saborear con mayor placer sus encantos. En este sentido a continuación les detallo una tabla de los vinos y sus temperaturas.

ALGUNAS RECOMENDACIONES
Ya vemos que el elemento térmico en los vinos, es algo muy importante, tanto en su conservación, como a la hora de servirlo. Sin ser exhaustivos, ni mucho menos petulante, sí es conveniente tener en cuenta algunas recomendaciones. En este sentido es importante tener presente la temperatura ambiente, sobre todo a la hora de tomar vinos tintos de crianza y reserva, en algunas ocasiones aún sigue siendo conveniente “chambrear” el vino, es decir ponerlo a la temperatura del lugar donde nos encontramos, siempre y cuando ésta no supere los 22º C. Pero considerando las temperaturas extremas de nuestra ciudad es necesario siempre tenerlos en refrigerador para vinos, conocido comúnmente como conservador de vinos.
Para enfriar los vinos, el método más aconsejable es sumergir la botella en hielo y agua, ya que ésta es un buen conductor del frío. No es muy recomendable el enfriamiento drástico de los vinos a través del congelador.
También es muy interesante tener en cuenta que si deseamos una cata algo más especializada que la degustación, la succión de aire, mientras bebemos, acelera la subida de la temperatura del vino en la boca, algo que como ya hemos visto incide en la apreciación de los aromas por vía retronasal.
Por último, es conveniente tener los accesorios necesarios para la medición de la temperatura de los vinos. Hoy en día existen diversos instrumentos, desde el termómetro tradicional adaptado para tomar la temperatura del vino en la botella o en la copa, hasta la tarjeta digital de temperatura (dotada de un sensor digital), pasando por la banda de toma de temperatura en la botella. Cualquiera de ellos es de utilidad.
Lo más importante es que a la hora de tomar un vino la temperatura de éste sea la ideal, para que la experiencia sea placentera, siempre he dicho que si algo es desagradable es tomar un vino que no esté a la temperatura adecuada, no basta que el vino sea bueno, caro, tinto, blanco, afrutado, etc., lo importante es tomarlo bien. ¡Salud!

Por: Sommelier Homero Martínez 

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